28 abril 2005

Dos palabras

Esta noche al oído me has dicho dos palabras
comunes. Dos palabras cansadas
de ser dichas. Palabras que de viejas son nuevas.

Dos palabras tan dulce, que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
hormiguita pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.

Tan dulces dos palabras
que digo sin quererlo - Oh, que bella, la vida! -
Tan dulces y tan mandas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.

Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.


Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.

Alfonsina Storni

25 abril 2005

Abril

Este día tan lleno de niñez,
las cápsulas verdes de los eucaliptos
en el suelo, entre hojas.

El buen aroma frío y viejo trae
de la mano, consigo,
los paseos al sol y por un parque
en un abril de viento.

Por mirar la vereda así y oír el ruido
de las hojas, arriba;
por recoger las cápsulas y aspirar hasta el alma
su antiguo olor, se puede,

—a veces, sí, se puede—
abrir puertas cerradas hacía días remotos;
las mañanas del sol y un aire limpio, fino,
los bancos de madera por el borde del parque,
las veredas desiertas,
un viento decidido contra la cara, frío,
y en la mano, tibieza de la mano materna.

Circe Maia

Abril

Ha crecido el abril en mi abandono.

Ha venido a llenarlo todo con su llanto, para humedecer las lunas del cristal, los tallos verdes, la gracia que toca el suelo duro.

Se ha llenado de cigarras, que miran con tristeza.

Cigarras que golpean el fruto de mi nombre, y ponen una mordaza de hielo entre mis labios.

Existo silenciosa, con una carta estrujada y un invierno eterno;
con una piedra que se destroza y un gusano voraz que me devora.

Ha llegado mi abril, humedeciendo el luto de este cuerpo de alas tronchadas. Vino despacio por los juncos y las breñas.

Allí donde los espejos de las hojas apagan sus luces y los crisantemos se arrojan a la noche del alma.

Voy a bajar a su misterio, triste y fría, y encontraré su túnel sin origen.

Abril de miedo frío...me roba los sueños y deja mis ojos abiertos, gastados por el llanto.

Yanira Soundry

Abril

Mientras nosotros escribimos
la vida pasa fuera con su lámpara

Mientras nosotros amamos
todo lo escrito carece de importancia

Mientras bebemos y cantamos
el amor nos traspasa sin herirnos

Mientras estamos aquí
algo sucede

Tal vez abril

Jorge Esquinca

22 abril 2005

Quedamente

Me la trajo quedo, muy quedo, el Destino,
y un día en silencio, me lo arrebató;
llegó sonriendo; se fue sonriente;
quedamente vino;
vivió quedamente,
¡queda.... quedamente desapareció!

Amado Nervo

21 abril 2005

La deseada

El aire se deshace entre mis labios,
azúcar sideral o pluma de rocío,
y el sabor queda vivo y tiene nombre,
nombre indeleble de mujer,
se llama: _____________

David Escobar

17 abril 2005

Desde los afectos

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas normas pierde formas...
Que la forma no se pierde con abrirnos...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente...
Que no está prohibido amar...
Que también se puede odiar...
Que el odio y el amor son afectos...
Que la agresión porque sí, hiere mucho...
Que las heridas se cierran...
Que las puertas no deben cerrarse...
Que la mayor puerta es el afecto...
Que los afectos, nos definen...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja...
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que encontrarse es muy hermoso...
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida...
Que la vida parte del sexo...
Que el por qué de los niños, tiene su por qué...
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad...
Que saber todo de todos, es curiosidad mal sana...
Que nunca está de más agradecer...
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo...
Que nadie quiere estar solo...
Que para no estar solo hay que dar...
Que para dar, debemos recibir antes...
Que para que nos den también hay que saber pedir...
Que saber pedir no es regalarse...
Que regalarse en definitiva no es quererse...
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos...
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo...
Que ayudar es poder alentar y apoyar...
Que adular no es apoyar...
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara...
Que las cosas cara a cara son honestas...
Que nadie es honesto porque no robe...
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo...
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte...
Que se puede estar muerto en vida..
Que se siente con el cuerpo y la mente...
Que con los oídos se escucha...
Que cuesta ser sensible y no herirse...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros...
Que sería mejor construir puentes...
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder también puede ser avanzar...
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol...
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

Mario Benedetti

13 abril 2005

Como palabrear en 1 minuto

Vacas habia en el campo
Antes yo las miraba
Nunca supe ordeñarlas
Eso no me afectaba
Siempre compro mi leche
Solo semidescremada
Así mis huesos sí crecen.

::~

11 abril 2005

Tu cuerpo está a mi lado...

Tu cuerpo está a mi lado
fácil, dulce, callado.
Tu cabeza en mi pecho se arrepiente
con los ojos cerrados
y yo te miro y fumo
y acaricio tu pelo, enamorado.
Esta mortal ternura con que callo
te está abrazando a ti mientras yo tengo
inmóviles mis brazos.
Miro mi cuerpo, el muslo
en que descansa tu cansancio,
tu blando seno oculto y apretado
y el bajo y suave respirar de tu vientre
sin mis labios.
Te digo a media voz
cosas que invento a cada rato
y me pongo de veras triste y solo
y te beso como si fueras tu retrato.
Tú, sin hablar, me miras
y te aprietas a mí y haces tu llanto
sin lágrimas, sin ojos, sin espanto.
Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosas
se ponen a escuchar lo que no hablamos.

Jaime Sabines

10 abril 2005

No es nada de tu cuerpo

No es nada de tu cuerpo,
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.
No es tu boca —tu boca
que es igual que tu sexo—,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo, en que bebo.
Ni son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.
No es tu mirada —¿qué es una mirada?—
triste luz descarriada, paz sin dueño,
ni el álbum de tu oído, ni tus voces,
ni las ojeras que te deja el sueño.
Ni es tu lengua de víbora tampoco,
flecha de avispas en el aire ciego,
ni la humedad caliente de tu asfixia
que sostiene tu beso.
No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un grano, ni un momento:

Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.

Jaime Sabines

09 abril 2005

Fragmento de un sueño

Mar espejo de vida
Cruz muerte prometida
Tus besos.... esperanza divina

Y en esta inmensa oscuridad solo puedo escuchar el silencio de las paredes....
que no oyen ni hablan
Evocando recuerdos
Hilando historias falsas para poder vivir
para poder morir en paz.

Mi cruz me dejo la boca salada, no el mar
Mis pestañas podridas, no la noche
Mi cuerpo solo y frio
Mi vientre sin ti.....

Grever Avila

08 abril 2005

Silogismo de la infancia

Y se preguntan, cómo produjo aquel sauce

manzanas. Y

para qué, azules. No obstante, el salmón
de la alberca llegó del mar

y los niños

hablan de unas dalias mínimas que crecen en
sus agallas. Y qué piden: bocanadas

de aroma

y el viejo subterfugio inmóvil de las piedras.
Y el pájaro
inconcebible

que abrevó en el más tiempo légamo de los
pozos. En sus bosques

inversos

reposa aquel pájaro y su ave inunda el
paladar azul de los niños que
retozan
y braman

como una fuga de órganos altivos entre
la arborescencia
de los viveros.

José Kozer

07 abril 2005

Silencio

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

Octavio Paz

05 abril 2005

Las cosas que me gustan.

Nota del autor:
Cualquier referencia a alguna parte del cuerpo humano aqui escrita, debe darse por entendido que es una referencia a un cuerpo femenino.

Las mujeres. No se cuanto me gustan las mujeres, no existe método de medición posible, simplemente me gustan.

Me gustan las sonrisas, por que se dibujan siempre sobre un par de labios, me gustan los labios cuando son dulces y delicados como los pétalos de una rosa, me gustan las rosas, cada rosa es un poema, me gusta la poesía, leerla es como escuchar música, me gusta la música, fue creada por los hombres, para las mujeres; me gustan por sobre todas las cosas las mujeres.

Me gustan los aromas, aromas a rosas, aromas a mujer. Los olores casi imperceptibles a cuerpo femenino, los sutiles esencias a mujer impecablemente limpia, el bálsamo súper excitante que resulta el sudor de la mujer a la que estas amando.

Me gusta la piel. La piel hipersensible que sabe exactamente que lo que la esta rozando son unos labios, mis labios. Me gusta el sabor del cutis perfecto, sin maquillar; me gusta el exquisito olor que invariablemente expide un cuerpo femenino cuando su epidermis se encuentra totalmente descubierta.

Me gustan los sabores. El que más me gusta es el gustillo que tienen los labios de la mujer, dicen que saben a cereza, pero es mentira. Ni la mas extraña combinación de néctares y especias podría imitar el sabor a unos labios entreabiertos, sobre todo si la miro a los ojos, y los tiene cerrados.

Me gustan las mujeres.

Ya mencione que me gustan las mujeres?

Todas son bellas, por donde las vea.

Flacoman

04 abril 2005

El celaje

A donde fuiste, amor; a donde fuiste?
Se extinguió en el poniente el manso fuego,
y tu que me decias: «hasta luego,
volveré por la noche»... ¡No volviste!

¿En que zarzas tu pie divino heriste?
¿Que muro cruel te ensordeció a mi ruego?
¿Que nieve supo congelar tu apego
y a tu memoria hurtar mi imagen triste?

Amor, ya no vendrás! En vano, ansioso,
de mi balcón atalayando vivo
el campo verde y el confín brumoso.

Y me finge un celaje fugitivo
nave de luz en que, al final reposo,
va tu dulce fantasma pensativo.

Amado Nervo

01 abril 2005

La luna

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

Jaime Sabines

De la noche

En la amorosa noche me aflijo.
Le piedo su secreto, mi secreto,
la interrogo en mi sangre largamente.
Ella no responde
y hace como mi madre, que me cierra los ojos sin oírme.

Jaime Sabines